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miércoles, 11 de julio de 2012

Ley de Cinco

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
Lectura: Corintios 13:11


Mi familia nuclear está conformada por cinco miembros. Y todo giraba en torno a ese número, es decir, teníamos cinco platos, cinco pozuelos, como casi todas las cosas relacionadas con la familia; todo era basado en ese número.

En un momento determinado, mi mamá dijo, luego de que mis hermanos mayores se habían casado, “antes regía la ley de cinco, ahora la ley de tres”.

Al parecer, en su subconsciente estaba ligada la imagen de la familia de cinco miembros, cuando ya dos de ellos no estaban físicamente.

Pablo en este versículo muestra cómo, mientras pasa el tiempo, se viven etapas. El afirma que un momento, su vida se regía por un pensamiento de infante; sin embargo, luego de crecer y ser adulto, quien regía no era ese pensamiento infantil, si no, uno que ya debía evolucionar.

Es probable, nos pase como a mi madre, que interiorizó, que ya no había que hacer comida para cinco, sino, para tres, pero que el futuro ese tres cambiaría.

Por lo tanto, asumamos las leyes que rigen nuestra etapa de vida actual. Puede ser que queramos seguir viviendo leyes pasadas, o aquellas que no se corresponden con la vivida  en la actualidad.

Recordemos que ya esas leyes no nos rigen, por el contrario, disfrutemos ese nuevo capítulo en nuestras vidas, sacándole el mayor provecho, porque, de la misma forma en que nos rigen en la actualidad, llegará el día en que el número cambiará.



Josías Ortiz González

2 comentarios:

  1. Brígida González11 de julio de 2012, 10:48

    La vida siempre cambia....y de qué manera lo hace aveces.
    Sin embargo tenemos la gran alternativa de ir transformando nuestra manera de pensar y que bueno seria que lo hagamos como nos aconseja nuestro hermano Pablo en Filipenses 4:8-9.....En las cosas que debemos pensar, para que el Dios de paz esté con nosotros¡¡¡¡

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