Páginas

lunes, 27 de septiembre de 2010

Dios lo hizo

Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.
Génesis 1:31

En mi adolescencia existian unos pequeños carteles que tenian a un niño enunciando “Yo soy importante, porque Dios no hace porqueria”; este mensaje fue de mucho impacto para mi porque encierra una verdad que pocas veces tomada en cuenta, maxime en esta etapa en donde definimos en realidad nuestro norte a seguir.

En todo el proceso de la creación descrita en el génesis, Dios cada vez que terminaba una obra se alegraba y veía era bueno estableciendo una importancia en cada aspecto de la creación.

Mi propósito es dejarles ver que cada una de las cosas que Dios creó tiene valor y es buena. Puede ser que por momentos no notemos la importancia de alguna cosa, pero si vemos desde el punto de vista bíblico entonces veremos que todo lo que Dios hizo es bueno un gran manera.

Por lo tanto, disfrutemos de las cosas que Dios hizo, haciendo buen uso de las mismas de acuerdo con el propósito con que fueron hechas, es decir, no desvirtuemos la obra de sus manos, cada cosa o persona que Él hizo tiene un peso específico y único; equilibrando el sistema de forma perfecta.

Saquemosle pues el provecho a esas cosas que creó porque todo lo que Él hizo es bueno y bueno en gran manera.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Es simple

17Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

Juan 3:17

En el tiempo he notado que Jesús es muchas veces distanciado de la realidad; es decir, se pudiera entender que desconocemos el propósito de Él venir.

En este pequeño fragmento del libro de Juan, nos dice que El vino para salvarnos, no ha condenarnos.

Quizás nos ha pasado por la mente que por los errores que hemos cometido en el pasado Cristo nos va a rechazar o que somos tan malos que no podemos acercarnos a Él; sin embargo, este versículo claramente nos dice que Jesús vino a salvar y no a condernar.

Todo esto determina que no importan que tan oscuro o estraño sea nuestro pasado o presente, Cristo vino para salvarnos. Cada una de las vidas que pertenecen al planeta tierra es imporante para Dios.

En ese sentido, qué tiene que suceder para que Cristo nos salve. Al muy simple... entregarnos a Él, permitir que Él sea nuestro Señor. Darle nuestra voluntad y seguir sus pisadas marcadas en la Biblía.

Es algo tan simple que solo esta a una confesión de parte nuestra que denote nuestra necesidad de Él y seguirle.

Piece of cake!