Páginas

lunes, 9 de julio de 2012

La Decisión

Lectura: Marcos 2:1-17
“Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió.”

Es común en las personas supeditar la decisión de seguir a Cristo a un sentir. En varias ocasiones me he visto predicando el evangelio, y la persona a quien le llevo el mensaje, lo rechaza, no porque sea malo, o porque carezca de verdad. Todo lo contrario, ellos reconocen la necesidad que tienen de buscarle y lo importante que es seguirle.
Sin embargo responden “Estoy esperando que Él me llame” o “Estoy esperando que Él me toque”. Pudiéndose interpretar como que su estatus actual depende de Dios. Y que Él tiene que dar el primer paso en esta relación.
Al contrastar esta realidad con el ejemplo de Mateo, nos damos cuenta que, aunque bien es cierto que quien convence de pecado es el Espíritu Santo, no es menos cierto que al final, todo se resume a tomar la decisión de seguirle.
Ahora ¿De dónde nace esta decisión? Del convencimiento de la necesidad de Cristo, y de tomar la decisión de cambiar. Cuando se logra entender lo vital de vincularse a Dios y la implicación de desvincularse de un estilo de vida que no agrada a Dios, es cuando la persona da el primer paso. Un paso que viene a razón de reconocer nuestra condición de pecador(a) y la necesidad que tenemos de ser libres en Él.
Basado en el relato bíblico, al parecer, Mateo no estuvo dubitativo en su decisión de seguir a Cristo. Solamente accedió al llamado del Maestro.
La pregunta que surge es ¿Responderemos al llamado a razón de un convencimiento, o postergaremos nuestra decisión a razón de un sentir?
Es cuestión de una decisión


Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario