Páginas

lunes, 2 de julio de 2012

Espiritu Santo: Persona

Lectura: Juan 14:26
“…Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Uno de los temas que trae mayor opinión, dentro de la comunidad eclesiástica; uno de los más controversiales, es hablar acerca del Espíritu Santo.
Se han planteado diferentes doctrinas, y aún dentro de una misma doctrina, varias vertientes. Todo entorno a determinar si el Espíritu Santo es o no una persona, y si lo es, entonces, validar Su divinidad.
Dado la naturaleza de estas reflexiones, no vamos a profundizar en demostrar la veracidad de Su persona. Sin embargo, tomando en consideración las múltiples referencias bíblicas, se puede admitir Su personalidad. Pero más que todo, se puede entender Su razón de ser. El Espíritu Santo viene a dar continuidad a la obra de Cristo en la tierra. Siendo soporte y guía de aquellos que siguen a Cristo.
Una característica dentro de Su misión, como soporte, es la de enseñar y hacernos recodar lo que Jesús dijo. Para esto tenemos que cultivar nuestra relación con Él. Y esto se logra dedicando tiempo a la oración.
El Espíritu Santo es la tercera persona de la trinidad. Está disponible para que accedamos a Él, sin restricciones,  de manera que podamos entender la Palabra de Dios. Él es nuestro intérprete y nos ayuda a entender aquellas cosas que escapan a nuestro conocimiento. Sin Su intervención, el efecto de Su Palabra es nulo.
Sobre Sus hombros descansa la responsabilidad de la transmisión de las verdades bíblicas. Nosotros solo somos instrumentos. Solo Él tiene la capacidad de convencer de pecado a aquel que se acerca. Y a través de Él logramos un vínculo más estrecho con Dios.
No es casualidad que haya venido después de Cristo. Acerquémonos a Él y encontraremos respuestas.


Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario