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martes, 3 de julio de 2012

Espiritu Santo: Consolador


Lectura: Juan 16:7
“Pero yo os digo la verdad, os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros”

Entiendo que la característica principal que define al Espíritu Santo es la de Consolador.
Consolar se define como la acción de aliviar la pena o aflicción de alguien. De manera que se aligere la carga de quien pasa por un momento de dificultad.
Existen dos elementos importantes que se desarrollan durante la consolación: La empatía y el acompañamiento. Son vitales; porque implican la identificación con la situación y la disponibilidad de estar presente.
Ahora ¿No hemos sido víctimas de la pena y el dolor en algún momento de nuestra vida? ¿Cuántas veces nos hemos sentido solos? Entiendo que varias. Debemos saber que, mientras vivamos, seremos pasibles de más momentos como estos.
Cuando pasamos por momentos de dificultad, normalmente, buscamos la soledad. Y, entre otras razones, es porque asumimos que quien pudiera estar presente, quizás no logre entender la situación.
Sin embargo, tenemos la esperanza de un Consolador que está disponible. Que busca aliviar nuestras penas, y sanar nuestra  aflicción. Él es la fuente en donde podemos saciar nuestra necesidad más profunda. La que se resguarda en el alma. Aquella a la que solo Él tiene acceso.
No es casualidad que Él haya sido enviado. Dios entendió que necesitaríamos la consolación. Que estaríamos sujetos a la pena y a la aflicción.
Lo importante de todo esto es que Él está dispuesto a estar ahí con nosotros e identificarse con nuestra situación. Él quiere aligerar nuestra carga, por lo tanto, démosle la oportunidad. Permitámosle ser nuestro compañero de camino, la fuente de nuestra consolación.
Si en este momento estas pasando un momento difícil, recuerda, Él es nuestro Consolador.


Josías Ortiz González

1 comentario:

  1. Brígida González3 de julio de 2012, 11:42

    Ciertamente el Espíritu Santo es el Consolador que Jesucristo prometió para que no quedáramos huérfanos......Junto contigo creo que muchas veces en la vida nos llegan tristezas, soledades, angustias etc. y el Espíritu Santo esta dispuesto a consolarnos. Las preguntas que me hago son....¿cómo llega esa consolación? ¿que deberé creer para que sea efectiva? Qué tiempo deberé esperar para que sea una realidad? y luego como seguir manejando las situaciones que de seguro se seguirán presentando? El mismo Señor anuncio a sus discípulos que...En el mundo tendrían aflicciones, sin embargo los invitaba a no "Temer"........El temor bloquea la efectividad de la consolación? Bueno pudiéramos seguir preguntando sobre este interesante y humano tema, sin embargo quiero terminar con un texto bíblico que sigue alentándonos "La gracia del Señor Jesucristo,el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amen 2da. Corintios 13:14

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