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jueves, 26 de julio de 2012

Consecuencia de ser Seguidor: Heredero

Lectura: Romanos 8: 1-19
“…También herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.”

El perfil del seguidor tiene tres elementos importantes. Primero negarse a sí mismo. Implicando la superposición de la persona de Cristo en quien decide seguirle. Segundo tomar su cruz. Representando la muerte al mundo para dar paso a la vida en Cristo, y el tercer elemento es la decisión de seguirle, que engloba el compromiso de mantenerse fiel.
Sin embargo ser seguidor de Cristo tiene consecuencias. Pasamos de ser ajenos a Dios a convertirnos en herederos de Dios. Nuestro estatus cambia. Ya no somos parte del montón, pasamos a tener un vínculo de dos maneras: legal y filial. En otras palabras, ser heredero de Dios y coheredero con Cristo nos hace tener  derechos. Nos hace asumir la responsabilidad de la familia.
La pregunta que puede surgir es ¿En qué consiste la herencia?  Tiene dos vertientes. La primera, relacionada a lo que Jesús prometió. Que Él mismo está preparando moradas celestes para todos aquellos que perseveren hasta el fin. Y la segunda, la responsabilidad de ser hijo de Dios.
Ser hijo implica seguir los pasos de Jesús; y estos nos  guían a cambiar el mundo con el poder del Evangelio. Nos direccionan a aquellos que están separados de Dios, para restablecer el vínculo que les unía a nuestro Creador.
Ser heredero sugiere que estemos dispuestos a padecer juntamente con Cristo; al punto de aún entregar nuestras vidas por causa del Evangelio. Pero también nos trae la esperanza de que, un día, seamos glorificados. Teniendo como aval la promesa de una herencia guardada en los cielos para todo aquel que crea en Él.



Josías Ortiz González

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