Solo ama...

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1ra.Corintios 13:13

Hay una canción que dice: “Quien no sabe de amor no sabe nada... no sabe la ilusión de hablar con la mirada, no sabe cómo sabe aquel que ama por donde va la noche a la mañana...Quien no sabe de amor camina solo... sin rumbo, sin pasión, sin compañía... quien no sabe de amor no sabe el día que acabo del temor lo pierda todo”
 
Una vez sentados a una mesa dos personas y yo conversabamos sobre diferentes tópicos. Uno de ellos fue el amor que sentía una de las miembras de la mesa hacia su novio. La otra persona en cierto sentido “aconsejó” a la joven que no “debia” amar con tanta intensidad. Cuando ella enunció eso me puse a meditar en ese mismo momento y le hice saber mi desacuerdo con el mismo; he hice el siguiente cuestionamiento ¿Qué tanto es mucho amor?, ¿Cómo se mide la intensidad del amor?

Dios puso en nosotros sentimientos para usarlos, entre ellos esta el amar, teniendo una importancia tal que en 1ra Corintios es priorizado por encima de la Fe y la Esperanza. En nuestras vidas Dios ha permitido que tengamos relaciones de amor con aquellas personas especiales. Personas que han cautivado nuestros sentidos y anhelos de una manera inigualable. Seres que de un momento a otro son estrellas que alumbran nuestro camino. Por lo tanto, si en este momento existe alguna persona en nuestras vidas que llena ese vacío y suple esa necesidad... por qué no conservarlo.

Es hermoso para mi ver a mis padres que aún pasa el tiempo el amor se intensifica de una manera increible. Es algo que de verdad me llena de alegría. Muchas veces por miedo a la decepción, fracaso, o cualquier otro temor perdemos grandes cosas con personas y hacemos caso de un dicho muy famoso que dice mas o menos de la siguiente manera: “Si amas algo dejalo ir. Si regresa es porque es porque era tuyo, si no es porque nunca lo fue”. Contrario a este dicho yo digo: “Si amas algo, amalo con pasión... porque no sabes cuando se puede ir y si se va quizás nunca ha de regresar”.

Por lo tanto no midamos qué tanto amamos... solo amemos... Dios nos muestra que el amor es por sobre todas las cosas, aún más grande que cualquier tipo de enseñanza de salvación, ya que esta es el resultado del amor de Él hacia la humanidad que se refleja en una entrega de su hijo al morir en la cruz.

¿Qué hay en tu canasta?

Tomó Jesús aquellos panes y, después de dar gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; de igual manera hizo con los pescados, dándoles cuanto querían.
Mateo 6:11

En nuestra casa existe una pintura muy conocida que creo esta en un gran número de casas. No estoy seguro del nombre pero al parecer le llaman “acción de gracias por la cosecha”. Es una pintura que tiene a un hombre y una mujer, al parecer europeos, en una planicie, ambos tienen una postura de oración mientras que lo que ellos han trabajado esta en una canasta de color rojo en medio de ellos.

Una de las características de la pintura es que la canasta no esta totalmente llena, es decir, no está rebosante de frutos, si no que es una porción pequeña. Sin embargo, ellos, de acuerdo a su postura, dan a entender que estan agradeciendo esa cosecha.

En este pasaje bíblico Jesús sintió la necesidad de alimentar a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños, y no tenía alimento, un niño que pasaba por ahí ofreció cinco panes y dos peces que luego sirvieron de alimento a todas esas personas. A todo esto hay un detalle que es impactante, Cristo antes de cualquier cosa dió gracias.

Muchas veces en nuestras vidas pudieramos no valora adecuadamente las cosas que tenemos, sin embargo, en esta historia podemos ver que luego de la acción de gracias los panes y peces se multiplicaron de tal manera que sobraron doce cestas.

Todo esto me muestra que esa pintura es el vivo reflejo de que aunque la cesta no esté llena, debemos dar gracias a Dios por lo que tenemos; no por lo mucho o por lo poco, solamente por lo que tenemos, por todo aquello que nos ha permitido llegar a ser y tener hasta el día de hoy.

Meditemos pues en esto, veamos qué tenemos en nuestras manos, y demos gracias por lo que tenemos, no perdamos el tiempo en lamentarnos por las cosas que no esta en nuestras manos, valoremos lo que poseemos y elevemos a Dios en acción de gracias, que luego Él se encargará de multiplicar.

Nos dio ejemplo

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Lucas 11:4ª


Entre un familiar y yo se dio una situación que, a la verdad, no quisiera repetir nunca en mi vida. Por una diferencia de ideas y acciones, generé un desprecio por él, como nunca antes había sentido por alguien. Era algo que llegaba al grado de no importarme su vida en lo absoluto. Recuerdo que una vez nos invitó como familia a su apartamento y me rehusé, tajantemente, porque no quería tener contacto con él.

Todos y cada uno de nosotros hemos faltado a Dios; y yo, sin ser la excepción, durante ese período también había le había faltado e iba delante de Él y le pedía perdón. Sin embargo, cada vez que me presentaba delante de Dios, los recuerdos de mi situación con ese familiar eran como flashbacks que intervenían en mi mente, hasta el punto que no podía orar adecuadamente.

Este proceso tomó algunos cuatro a cinco meses para ser saneado; doy gracias a Dios, porque ya todo pasó. Sin embargo, quise traer esto para relacionarlo con el quinto elemento de la oración modelo, ya que Jesús nos enseña, que en la misma proporción que perdonemos a nuestros deudores o prójimo, seremos perdonados por El.

Es probable que Dios nos haya perdonado cosas que nosotros sabemos son imperdonables, humanamente hablando; sin embargo, Jesús nos insta a que pidamos perdón por nuestras faltas, pero, a la misma vez, perdonemos a quienes han cometido faltas contra nosotros.

Dice una ley de física que toda acción tiene una reacción de igual magnitud, pero en sentido inverso. No sé si Dios utiliza esta ley, lo que sí es seguro es que, de la misma forma en que Dios nos ha perdonado; en la misma forma en que nos ha mostrado su amor, aún siendo nosotros pecadores, asimismo tenemos nosotros que mostrar ese amor a quienes nos han hecho mal.

Recordemos que perdonar no es olvidar; perdonar es eximir de culpa a quien ha cometido alguna falta. Por lo tanto, seamos sanos interiormente, no carguemos con rencores y situaciones amargas de nuestras vidas. Perdonemos; mostremos eso que Dios ha hecho con nosotros innumeras veces. Es muy probable que no sea fácil, pero les aseguro que nuestras vidas no serán iguales.

Nuestro sustento

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Lucas 11:3


El cuarto elemento mostrado por Cristo en la oración modelo, es uno que puede tener más de una interpretación. El pan en esta frase se puede asumir en dos vertientes, en primer lugar el concepto pan como alimento y sustento del cuerpo, como también para el alma.

En ambas interpretaciones las palabras que coinciden son alimento y sustento, ya que la función del pan como alimento es suplir una necesidad. En ese sentido, Cristo utiliza esta imagen para mostrar que Dios quiere ser quien provea este sustento.

Todos los seres humanos tenemos necesidades, cada uno en un grado y forma diferente, sin embargo todos de alguna manera u otra coincidimos en que tenemos necesidades y estas deben ser suplidas.

Dios por su amor infinito esta en la mayor disposición de suplir cada una de ellas y es por esto que cuando Cristo les enseña a sus discípulos a orar les hace la puntuación de que todos necesitamos un sustento que debe ser satisfecho día tras día.

Por lo tanto, tenemos libre acceso para presentar nuestras necesidades a Dios; y si notamos dice dánoslo hoy, lo que significa que estas deben ser cubiertas un día a la vez.

Les aseguro que si pedimos a Dios por el sustento de nuestras vidas, tanto física como espiritual, su respuesta llegará en el momento preciso.