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domingo, 15 de marzo de 2009

Él sigue en control


Mateo 10: 26-33

A principios de los noventa salí con mis amigos a jugar baloncesto. Las calles, en ese entonces, eran poco transitadas e íbamos jugando en el camino con la pelota, pasándola de uno a otro mientras caminábamos. De repente todo se apagó.

Cuando abrí los ojos, estaba en los brazos de mi amigo Arturo, y un líquido espeso, corría por mi rostro; aún no entendía que estaba pasando, solamente le escuchaba decir: "No te preocupes… todo va a salir bien".


Había sido atropellado por un vehículo.

Mi padre en ese momento estaba de viaje y ese mismo día regresaba; en ese tiempo, la comunicación no era tan accesible como ahora, y por tanto, no se enteró de nada. Al él llegar y ver este escenario, recuerdo de forma tan vívida, que con su calma característica, se nos acerca a mi madre y a mí: "Dios está en el mismo lugar".

Les confieso que no entendía en ese momento, por qué él decía eso; sin embargo, en nuestra familia nos apropiamos de ese principio y hacemos memoria de que Dios sigue estando en el mismo lugar, entendiendo que Él tiene el control de toda situación.

Puede ser que en nuestras vidas, estemos pasando por momentos de dificultad y confusión, sin embargo, de la misma manera que mi padre aquel día nos dijo, ahora yo te extiendo el mismo principio, al enunciar Dios está en el mismo lugar, no temas, Él tiene la respuesta.


"Aún cada hebra de cabello de nuestra cabeza está contada por Él"