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jueves, 21 de junio de 2012

Salvación: Cambio

Lectura: Hechos 11
“…y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez…”

La salvación tiene en sí misma varias acepciones. Una de ellas, la más utilizada, como  vía para ir al reino de los cielos. Aquellas moradas que Jesús fue a preparar para todos aquellos que creen en Él. Otra de las acepciones es: La transformación del ser humano.
Representa un giro de 1800. Quien antes mentía, por la salvación, no lo hace más. Quien hacía daño a su prójimo con palabras ofensivas, por la salvación, no lo hace más. Quien no prestaba a atención a Dios y Sus preceptos, por la salvación, ahora, los usa como norma de vida. De manera que la salvación refleja un cambio de conducta.
Sin embargo, lo que hace más evidente ese cambio es la capacidad que otros, por nuestras acciones, puedan identificar un comportamiento igual al de Cristo. Que, a razón de esto, nos identifiquen, llamándonos, cristianos.
Cristiano es aquel que sigue los pasos de Jesús. Por quien brilla la luz del Salvador.
Ahora, esto no es una aureola que tenemos en la cabeza que nos diferencia de la multitud. O algún tipo de marca visible. Todo lo contrario. Lo que hace brillar esta luz de Cristo son nuestras acciones. El comportamiento que tengamos ante la sociedad es la evidencia de nuestro cristianismo.
Existe un cambio en el corazón que solo Dios y tú pueden constatar. Sin embargo, existe un resultado directo del cambio en el corazón respecto de nuestras acciones.
El mismo Jesús dice que tenemos que nacer de nuevo. Una nueva vida, en Cristo, debe marcarnos. Somos cambiados por la Salvación. Nos hace que seamos llamados cristianos.
El resultado de la Salvación es un cambio en el corazón que se refleja en nuestras acciones.


Josías Ortiz González

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