Páginas

jueves, 28 de junio de 2012

Necesidad: Reconocimiento

Lectura: Génesis 1:26
“Entonces dijo Dios: Hagamos…”

Maslow categorizó cinco niveles de necesidades para satisfacer. En la medida que una es cubierta la otra surge. Este modelo es utilizado, mayormente, por las empresas para crear programas que incentiven o motiven la productividad.
En el cuarto nivel, a diferencia de los demás, se busca satisfacer la necesidad de reconocimiento. Relacionado a lo que como persona necesitamos sentir. Hablamos de autoestima. La psicología la define como el valor que la persona se otorga a sí misma.
Ahora ¿Cómo determinamos cuál es nuestro valor? ¿Cómo logramos identificar en nosotros mismo aquello que nos diferencia de la multitud? ¿Cómo nos valoramos sin caer en la altivez?
La respuesta a estas interrogantes se resume en identificar quiénes somos y de dónde venimos. ¿Por qué? Porque, en la medida en que dominemos esta información, nos contextualizaremos en la realidad que nos toca.
La respuesta es que somos creación de Dios.
Entender que Él nos hizo, logra que nos demos cuenta del valor y rol que jugamos en toda la creación. Dios elaboró un sistema perfecto para el sostenimiento de la vida. Se ocupó de los detalles que lo hacían funcional. Nada hacía falta. De hecho, si no hubiesen tantos intereses de por medio, no hubiese necesidad física de nada. Sin embargo la realidad es otra. Luego de identificar lo que somos. Entonces, con esto,  respondemos la segunda interrogante.
Venimos de Dios. Dios es nuestro origen. Todo comienza con Dios.
Cuando asumimos que somos creación y venimos de Dios, entonces, tenemos un valor intrínseco. Somos el punto máximo de la creación. Él nos hizo y vio que era bueno. Tanto, que después de ahí no volvió a crear nada más.
No somos mejores ni peores que otros. Solo somos creación de Dios


Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario