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miércoles, 20 de junio de 2012

Salvación: Alto Precio

Lectura: Romanos 8:1-8
“…Cristo murió por nosotros.”

En el ámbito de los negocios,  lo que determina el precio de algo, en primera instancia, es el costo. A razón de la búsqueda de un beneficio, del margen entre el costo y el precio.
Ahora, debemos diferenciar el precio de algo del valor que tiene. Como dijimos el precio está vinculado, estrechamente, al factor del costo. Mientras que el valor está sujeto a la percepción.  Relacionado a la satisfacción de una necesidad.
Pablo, en la carta a los Romanos, plantea que la muestra más evidente del amor de Dios es que, por encima de nuestra condición de pecadores, Cristo murió por nosotros.
Dios hace tangible Su sentir a la humanidad a través de la muerte de Cristo. Dándonos la opción de vida. Sin embargo, aunque el precio fue alto, en función de un costo igualmente alto (la vida de Jesús). No necesariamente es valorado en su justa medida.
La carta a los Hebreos dice: ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?
Hay personas que no valoran el sacrificio de Cristo en la cruz. Tiran por el suelo el alto precio pagado, e ignoran lo costoso de este. Pero más aún lo determinante que ha sido para la humanidad. Cristo se hizo hombre, sin estar obligado a hacerlo;  y voluntariamente decidió entregarse por toda la humanidad. Él murió para darnos vida. Una nueva oportunidad de reconectarnos  con Dios.
De manera que, te invito a meditar en el sacrificio, por amor, hecho por Jesús. Valorándolo en su justa medida.  Guardando esta salvación tan grande puesta en nuestras manos. Siguiendo Sus preceptos. Andando en el camino que Él  trazó para nosotros. Ocupémonos de ella con temor y temblor (Filipenses 2:12)
Valoremos esta salvación tan grande.


Josías Ortiz González

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