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jueves, 6 de septiembre de 2012

Mandamientos: No hurtarás…


Lectura: Éxodo 20: 1-15
“No hurtarás”

La tónica de los Mandamientos cambia en la medida en que se avanza. Se va pasando de la relación con Dios a la de los seres humanos. Sin embargo, no podemos olvidar que cada elemento es parte de un todo interconectado. En otras palabras, los Mandamientos, como preceptos de Dios, determinar un todo en la vida de las personas. Por lo que, cuando hablamos de ellos, segmentarlos es una manera de entenderlos, pero deben verse en función del conglomerado de normas establecidas por Dios.

El octavo mandamiento, adjunto del noveno y el décimo, tienen que ver con un aspecto muy personal. Porque tratan acerca de la insatisfacción. El siguiente en la lista es No hurtarás.

Es interesante, porque hurtar se sinónimo de robar. Pero existe una diferencia. Hurtar, según la definición, es el apoderamiento ilegítimo de una cosa mueble. Y este se diferencia del robo en que el hurto no implica violencia, intimidación o fuerza en contra de la víctima. Sugiriendo un nivel de elucubración mayor. En otras palabras, es algo estratégico. Se basa en el engaño. De manera que pudiéramos no limitarlo a aquello intangible. Les invito a que lo llevemos al plano espiritual. En donde hurtamos vidas, esperanzas, sueños.

Tenemos que enfocarnos en hacer crecer a aquellos que nos rodean. Brindándoles la mejor oportunidad de sus vidas, que es conocer a Cristo. Cada vez que decidimos no esparcir el Evangelio, estamos hurtando a las personas de la vida eterna.

Existe una necesidad inherente en los seres humanos de conectarse a Dios; y es por esta razón que debemos, al menos, darle la oportunidad de que le conozcan. Presentarle a Cristo como la opción de vida, para que entonces elijan.

Demos vida… no hurtemos




Josías Ortiz González

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