Páginas

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Conversando con Jesús: Parte III


Lectura: Juan 4: 20-24
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”


El encuentro entre Jesús y la samaritana es fuente relevante para ver la manera en que Dios quiere vincularse con nosotros. De una forma abierta y libre. Sin secretos, en torno a la confianza.

Este encuentro toca varios elementos, entre los cuales están: La vida que emana de Cristo y Su capacidad de tener acceso a nuestras vidas. Por lo que Su presencia es vital para la vida eterna; y no podemos ocultarle nada de nosotros.

Ahora, la conversación, en la medida que avanza así profundiza. Tocando fibras sensibles de la vida de la samaritana. Llegando al plano espiritual.

El tercer tópico que trae a colación es el de la adoración. Dada las diferencias históricas y culturales entre Judios y Samaritanos, cada uno se apropiaba e importantizaba aquello que entendía de valor. En este caso, para los samaritanos el monte donde estaban era de gran valía; y aunque bien es cierto que el origen religioso proviene de los judios, ellos entendían que tenían derecho a adorar a Dios desde ese lugar.

A todo esto, el punto más importante, y es el que Jesús resalta, no es el lugar físico donde se adora, sino el corazón del adorador. La capacidad que tengamos de hacerlo en espíritu y en verdad. Esto quiere decir que Dios espera una adoración sincera y que vaya acorde a Su Espíritu.

Por lo tanto, evitemos encasillar a Dios en función de lo que conocemos. Enfoquemos nuestra vida en que nuestros corazones le adoren en espíritu y verdad, porque es necesario que le adoren de esta manera.




Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario