Páginas

jueves, 17 de mayo de 2012

Perdón de Dios

Lectura: 1ra Juan 1:5-9
“…él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados…”

En la película “La Mexicana”. Hay un dialogo muy interesante surge la pregunta: “¿En qué punto de la relación es suficiente?” Refiriéndose al nivel de tolerancia que debe existir en una relación. La respuesta fue “nunca”, aludiendo a lo mucho que el amor es capaz de soportar.
Si le hiciéramos esta misma pregunta a Dios ¿Cuál sería Su respuesta?
Si dicha respuesta es en función de la capacidad del amor  de Dios, entonces, coincidiríamos con el libreto de la película. Su capacidad de tolerancia es infinita.
En el Salmo 51 se ve esta capacidad. El verso uno dice: Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Al ser confrontado por el profeta Natan, y reconocer su falta, David decide escribir este Salmo.
Fue un momento de reflexión, angustia y dolor. Sin embargo, David llegó a la siguiente conclusión: “Dios no desprecia a quien se humilla y siente contrición”. Determinando que la tolerancia de Dios, está sujeta a la forma en cómo nosotros, cuando pecamos, respondemos a nuestra condición. En otras palabras, el perdón de Dios está condicionado al reconocimiento del error en nuestra humillación y contrición de corazón
Esto no significa que el pecado no tenga consecuencias. Las decisiones tienen repercusiones. De hecho, el resultado de este pecado fue la muerte de la criatura. Sin embargo, David fue testigo de la misericordia de Dios. Aquella que está estrechamente vinculada a Su amor y devoción por a la humanidad.
Esta misericordia sigue latente hoy. Dios puede perdonar nuestros pecados si reconocemos la falta, nos humillamos y contristamos el corazón.

La humillación es la clave para encontrar el favor de Dios.


Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario