Páginas

martes, 15 de mayo de 2012

Amor de Dios

Lectura: Juan 3:16
“… de tal manera amó Dios al mundo…”

Mucho se ha escrito del amor. Historias, reales y ficticias, han sido inspiración para grandes autores de la literatura occidental.
Hombres y mujeres de la categoría de Homero, en “La Ilíada”; William Shakespeare, en “Romeo y Julieta”; Jane Austen, en “Orgullo y Prejuicio”; entre otros. Cada una de estas personas encontró su musa en el amor. De igual manera, otros sentimientos han sido piezas inspirativas para autores que han marcado la historia. Pero ninguno con tanta influencia como el amor.
Esto porque todos, de alguna manera u otra, deseamos ser amados. Necesitamos sentirnos apreciados y queridos. Abraham Maslow, en su teoría de las necesidades; sugiere que el ser humano busca suplir de forma escalonada cada una de estas. Plantea que cada persona buscará satisfacer la necesidad afectiva. Es intrínseco en cada persona sentirse amado(a).
A todo esto, existen distintas clases de amor. Sin embargo, hay un amor distinto a los demás y viene de Dios.
Él ama de manera perfecta. Nada le falta o sobra. Está ajustado a la medida necesaria de cada persona. No está sujeto a la condicionalidad. Es único, puro, sin límites e inagotable.
Dios lo hace así por Su naturaleza; “biológicamente” está compelido a amar. No puede dejar de hacerlo. Él es amor. Y la evidencia de esto es que dio a Su Hijo, por amor, para que nosotros vivamos.
Decidió entregarse a Sí mismo por nosotros. Todo por amor. No existe nada en el mundo que pueda cambiar esto. Él nos ama.
La Biblia dice: En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros.
Él nos ama. Independientemente de cualquier cosa. Él nos ama.


Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario