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lunes, 21 de mayo de 2012

Pedir Perdón

Lectura: Santiago 5:16
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.”

La palabra perdóname, cuando se dice con sinceridad, es algo difícil de expresar. Es un proceso que implica el reconocimiento de haber cometido un error. La decisión de admitir que la otra persona no se merecía ese trato o que tenía razón.
Pedir perdón es un acto de humillación. En donde se deponen posiciones y se da paso a lo más importante en una relación, el vínculo que se sostiene con esa persona.
Sin embargo, no es lo usual. Es común que cuando hay diferencias las partes, al defender sus puntos, no cedan ante la otra posición. Tornándose en un círculo vicioso en donde lo más importante, el vinculo, se rompe.
Este tipo de situaciones ha generado que amigos se conviertan en enemigos. Ha puesto en conflicto a padres con hijos, y viceversa. Que parejas de esposos se separen, etc.; todo por no valorar lo que realmente vale. El vínculo que los une. La razón de ser de la relación. Superponiendo lo mediático a lo duradero.
El apóstol Santiago propone un modelo para solucionar esto. Nos insta a primero confesar nuestras ofensas.  Tenemos que reconocer que hemos ofendido y acercarnos a quien ofendimos para confesar. Segundo orar. Instaurar a Dios en medio de la relación. Y tercero, iniciar el proceso de sanación.
No es algo sencillo, requiere de tiempo y madurez de ambas partes; para juntos alcanzar el éxito. Con el objetivo de ser sanados. Liberados de una situación que no ayuda, sino que, destruye. Mantener el vínculo de la relación, lo que da valor. La razón de ser.
Dios quiere que seamos uno como Él y el Padre son uno.


Josías Ortiz González

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