Páginas

miércoles, 16 de mayo de 2012

Amar a Dios

Lectura: Mateo 22:34-37
“…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón…”

La contabilidad organizada se sustenta sobre el sistema de partida doble. Significa que, para que exista un balance o equilibrio en la cuentas, cuando haya una erogación de dinero debe ingresar un bien o servicio. En otras palabras No hay deudor sin acreedor, ni acreedor sin deudor. Es una correlación de eventos que determinan la existencia mutua de una transacción.
De la misma forma, Dios espera que exista una “partida doble” en nuestra relación con Él. En donde no solo nos muestre Su amor incondicional, sino que correspondamos en consecuencia a ello.
Nos ha mostrado que nos ama. Dándonos la vida, el aire, el alimento. Nos protege, guarda de peligros y  guía a través de Su Palabra.
Ahora, todo eso, que nace de Él para nosotros, espera una retribución. Nuestra entrega total. Dios nos pide que le amemos con todo nuestro corazón. Es una relación. Dios anhela sostener un vínculo de reciprocidad.
Es ilógico sostener una relación con alguien que no corresponde. De hecho, si alguien sostiene una relación así puede considerarse enfermiza.
Dios quiere entablar un vínculo de cercanía. Por dos razones sencillas: Nos ama y creó. Dentro del tiempo sin tiempo, Él tomó la decisión de crear, y luego de hacerlo, amó lo que creó. Sin embargo, para que sea una relación sana, nosotros tenemos que amarle. Y la mejor forma de hacerlo, es estando convencidos de quién es y lo que hace.
Él es nuestro Señor, Dueño y Creador; le pertenecemos. Pero por sobre todas las cosas nos ama. Y nuestro amor hacia Él se resume en: Hacer Su voluntad.  Juan 14:15 dice: Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Amemos a Dios.

Josías Ortiz González

No hay comentarios:

Publicar un comentario