“…id y haced discípulos…”
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Nos hacemos llamar cristianos; a
razón de nuestra entrega a la ideología de Cristo. Él es nuestro modelo a seguir.
Por lo que al analizar el perfil de Cristo y Sus enseñanzas, salen a la luz,
dos cosas importantes: Primero, para Él lo más importante era hacer la voluntad
de Su Padre: Entregar Su vida por la humanidad. Segundo, asumió Su rol como
sacrificio. Toda Su obra en la tierra giraba en torno a esto.
Igualmente nosotros. Estamos para
hacer la voluntad del Padre. Pero, en este caso, sobre la base de lo que Cristo
instruyó. Existe una correlación entre lo que hacemos, lo que hace Cristo, y el
cumplimiento de la voluntad del Padre. En la medida en que sigamos las
instrucciones de Jesús, Su labor de Salvador se hará efectiva, por ende, la
voluntad del Padre. Él nos instruyó a: Id y haced discípulos. Siendo testigos
(Hchs. 1:8). En otras palabras, nuestro rol es predicar
Para entender la voluntad de Dios
para nuestras vidas, de forma individual; tenemos que asumir que nuestra
función es esparcir la semilla del Evangelio. Todo se resume a esto. Dios
quiere que demos a conocer Su Palabra. Que personas vengan a Cristo, para
reunir todas las cosas en Él. Y lograr cumplir la voluntad expresa de Dios.
No necesitamos de algún profeta,
o pastor, o líder, o maestro para esto. Solo tenemos que seguir la instrucción.
Josías Ortiz González
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