“Porque el anhelo ardiente de la
creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.”
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Ahora, asumiendo estas premisas
como ciertas, tomando en consideración que el accionar del salvado cambia a
raíz del nuevo nacimiento. Entonces, la evidencia de dicho cambio, debe hacerse
notar en las vidas de aquellos que circundan la vida del salvado.
Estamos para hacer evidente ese
cambio, en la manera manejarnos, con nuestro prójimo. De hecho, la creación
espera a que, como hijos de Dios a quienes Él salvó, nos manifestemos. Espera
que hagamos público el cambio.
¿Para qué quiere la tierra que
nos manifestemos? Romanos 8:21 dice que es para libertar. La tierra está
esclavizada por el pecado. La Biblia dice que gime a una como dolores de parto, es decir, nuestra manifestación
es deseada para calmar el intenso dolor que siente la tierra.
Esto se logra, dando a conocer
que Cristo es el camino. Que Cristo es la luz, y solo a través de Él se logrará
el verdadero cambio de la humanidad.
Evidenciemos el cambio en
nuestros entornos de influencia (trabajo, casa, centro de estudios, etc.) De
manera que la luz de Cristo también llegue al corazón de los que nos rodean.
Seamos multiplicadores del cambio. Hagamos manifiesto a nuestro prójimo la
razón de ser de nuestro cambio; invitándoles a cambiar a través del mismo
sacrificio hecho en la cruz.
Somos la evidencia del cambio.
Josías Ortiz González
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