¡Mirad cuán bueno y cuán
delicioso es Habitar los hermanos juntos en armonía!
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Sin embargo, de todos los valores
forjables, el que más pudiera repercutir en la sociedad es la capacidad de
tolerancia entre unos y otros. Que en otras palabras es la aceptación de
nuestras diferencias sobre la base del respeto.
Todos tenemos distintas
personalidades. Que son influenciadas por el carácter que hemos asumido. Esto
puede traer acercamiento o distanciamiento entre las partes en función de la
tolerancia que tengamos uno del otro.
David enfatiza en este Salmo lo
valioso que es estar juntos y en armonía.
Es posible estar juntos y no en
armonía, como también en armonía y no juntos. Pero cuando logramos coincidir
ambos elementos, entonces, esto es bueno y delicioso. Es agradable. Se puede
disfrutar e incidir en otras personas.
A través de la familia podemos
crear sistemas de valores justos, y apropiados para la sociedad. Entendiendo,
que si cada uno asume una posición filial con su prójimo, entonces, vera que
aún en las diferencias existe un vínculo que nos une. El vínculo divino.
Todos tenemos la esencia de Dios
en nosotros. Esta nos nivela, sin importantizar a nadie. Todos somos iguales.
Somos una gran familia, en pequeños núcleos interrelacionados.
De manera que, si logramos estar
juntos y en armonía, como familia o sociedad. Dios enviará bendición y vida
eterna
Josías Ortiz González
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