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martes, 29 de junio de 2010

Un nuevo sistema


Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Lucas 11:2

Existen dos cosas que inicialmente hay que tener en cuenta cuando nos comunicamos con Dios. En primer lugar está el vínculo que sostengo con Dios, es decir, mi relación con él y en segundo el entendimiento de su santidad. El tercer elemento se subdivide en dos. Venga tu reino y Hagase tu voluntad.

Lo primero que debemos segmentar es la parte del reino; trayendo consigo el questionamiento de qué significa pedirle a Dios la venida de su reino.

Un reino es un sistema de gobernación dirigido por un rey, en donde existen reglas y normas que rigen a esta población. Cristo nos invita a que en los momentos de conversación con Dios debemos querer el establecimiento de su reino.

No sé si notan al igual que yo que en la prensa diaria existen pocas noticias buenas, normalmente son situaciones poco alentadoras, sin embargo, podemos interpretar a Jesús diciendo: cuando te comuniques con tu padre Dios, tienes que anhelar que su reino se instaure en cada uno para que esas malas noticias cesen.

La segunda subdivisión resalta que no sólo basta con querer el establecimiento de su reino en nuestras vidas si no pedir el cumplimiento de su voluntad; determinando que si pedimos el reino de Dios debemos también asumir su voluntad, siendo esto el seguimiento de las directrices planteadas en su palabra.

En ese sentido, implantemos el reino de Dios en nuestras vidas, familias y alrededores; haciendole participe de cada uno de esos círculos ya mencionados; a la misma vez hagamos su voluntad revelada en las sagradas escrituras la cual es agradable y perfecta.

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