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miércoles, 30 de mayo de 2012

Jesús: Verdad

Lectura: Juan 14:4-6
“… y la verdad…”

Ramón de Campoamor dijo: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira” en donde sugiere la inmutabilidad de las cosas. En otras palabras, todo está sujeto al contexto del momento; lo que marca la pauta no es el ser, sino la circunstancia. De manera que hablar de la verdad es entrar al mundo de lo subjetivo; según Campoamor. Contextualizar a la luz de los matices personales permeados por las ideologías e intereses.
Es interesante porque Jesús expresa Su pensar, al enunciar Yo soy la verdad. Es una afirmación. Está diciendo, primero, yo también tengo una verdad; lo que le hace, por lo que hemos definido anteriormente, tener una ideología e intereses. Segundo, superpone dicha verdad sobre cualquier otra verdad; al utilizar el artículo “la” y singulariza el concepto, no admitiendo otra, excepto esta.
Ahora, si partimos del principio de la contextualización, veremos que está hablando acerca de garantías y evidencias. Sobre cosas venideras. Él se iba por un tiempo y luego regresaría a buscar a aquellos que creyeron. Por lo tanto, la forma de evaluar esta verdad. Es poniendo a prueba las garantías y evidencias a las cuales está sujeta.
Podemos mencionar dos, la primera: Su Palabra. Las diferentes profecías y el cumplimiento de estas al pie de la letra. La segunda: Su resurrección. Cristo resucitó. Por lo que la garantía recae sobre la validación de Sus hechos. De manera se hace a Sí mismo la garantía. Dejándonos abierta la decisión de creerle.
Esta verdad no está sujeta a cristales, sino a garantías y evidencias. Dios no se mide en función de percepciones sino de una fe que se sustenta sobre una verdad demostrada

Elijo creerle.



Josías Ortiz González

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