“…y la vida”
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Nos vemos continuamente en
situaciones adversas. Durante esta vida habremos de enfrentarnos a momentos en
donde las fuerzas se agotan. Tales como: enfermedades, situaciones económicas
difíciles, conflictos familiares o con allegados, en fin; un sin número de
posibilidades. Permitiendo espacio a la desesperanza. Sin embargo, si
enmarcamos a Jesús dentro de la frase;
afirmando ser vida, significa entonces
que es esperanza.
Por lo que, si estamos en Él,
entonces, tendremos razones para vivir. Tendremos esperanza.
Ahora, ¿Cuál es esa esperanza?
Basado en el contexto de los
versos de Juan; tenemos la esperanza de que un día Él volverá. Y que la razón
de Su ausencia física es porque está preparando moradas. Está haciendo espacios
para nosotros
Al principio del mismo capítulo
14 dice: No se turbe vuestro corazón;
creéis en Dios, creed también en mí. Jesús está diciendo: No permitan que entre la desesperanza, crean
en Mí de la misma forma en que creen en Dios. De manera que el factor
determinante en todo esto es creer. En
otras palabras nuestra Fe. Solo la fe es capaz de generar en nosotros la vida,
que es Jesús, y sostiene la esperanza de que un día Él regresará. No significa
que los momentos difíciles desaparecerán, sino que a pesar de ellos tenemos
vida, por lo tanto, tenemos esperanza.
Creerle a Dios no es sencillo. Es
asumir una postura de certeza con algo intangible y no medible, como la fe. Pero
tenemos la garantía de aquel que cumplió su promesa de resurrección al tercer
día.
Solo tenemos que creer.
Josías Ortiz González